Cortesia Piñero, R. (2007)
Si algo ha caracterizado al régimen del tte coronel es su esenciabonapartista, la cual disimula tras un parlamentarismo genuflexo y decorativo. El Bonapartismo representa proyectos de dominaciónburguesa (dictaduras o gobiernos antidemocráticos) de tipo mesiánico-autoritario y cuya "legitimidad" esta fundamentada enensayos plebiscitarios. Son regimenes militarista de carácter represivo, que usurpan la representatividad del pueblo. (Marx, Eldieciocho Brumario de Luís Bonaparte, 1869). Si bien es cierto que el ascenso del tte coronel al poder no surgió producto de un golpe deEstado, el verdadero eje y sostén de su proyecto descansa en el aparato militar-policial. Es un gobierno de bota y fusil que se haerigido políticamente por encima de las clases sociales, que actúa como juez-árbitro de la Nación y que promueve un enfermizo culto a lapersonalidad. Que pretende la concentración unipersonal del poder, con una subordinación total de la sociedad a un Estado omnipotente yrepresivo. Como proyecto bonapartista no se plantea la conformación de un nuevobloque de poder, sino de la sustitución de los "viejos", por los nuevos "actores" pero siempre en favor de los sectores económicos que han influenciado y se han beneficiado de la política económicanacional en los últimos años. Por ello a pesar de su proclamación de "socialista" su proyecto económico-social se mantiene completamente en el marco de un modo de producción capitalista. Prueba de ello es queha continuado ejecutando las políticas neoliberales del pasado (apertura petrolera -empresas mixtas-, pago de la deuda externa,endeudamiento interno-externo, devaluación de la moneda, etc.). Estas medidas han profundizado la crisis económica, la cual se refleja enuna elevada cifra de desempleo y un acentuado proceso de inflación a pesar del maquillaje oficialista, en un deterioro de la capacidadadquisitiva del venezolano y un proceso de desindustrialización delpaís. Ello a pesar de los enormes recursos que por concepto del negocio petrolero han entrado a las arcas de la nación.El nuevo socialismo del siglo XXI del que habla el bonapartista caribeño no supone modificar el modo de producción, ni mucho menosliquidar la explotación del hombre por el hombre. En realidad, no tiene nada del auténtico socialismo, es el uso de ese vocablo comoedulcorante social para cubrir el rostro del capitalismo de Estado que se propone. Vale la pena destacar que sus medidas económicas nohan ido más allá de la estatización de algunas empresas, cuya mayoría habían sido privatizadas por los gobiernos anteriores, de la creaciónde unas pocas empresas de producción social que han resultado un totalfracaso, y del establecimiento de cooperativas, todo ello sinmodificar el modo de producción capitalita que permitiría una mejor distribución de la riqueza producida. Además ha creado programas asistenciales bautizados como misiones (limosnas sociales), las cualeslejos de solventar estructuralmente el problema de la pobreza, solosirven para mitigar coyunturalmente las calamidades socio-económicas de los más necesitados. En resumen, aquí no hay revolución, y muchosmenos socialismo, se trata de un gobierno militarista, asentado en unade las instituciones principales del Estado burgués, la fuerza armada,que desarrolla políticas económicas en favor de los nuevos grupos económicos (la boliburguesía) y de las multinacionales.Como todo régimen bonapartista el sujeto social del proyecto no sonlos trabajadores. El propio Chávez se ha encargado de explicarlo "el considerar a la clase obrera como el motor del socialismo y de la revolución está obsoleto" (Programa Aló Presidente #287, 22/7/07). Elsujeto social de este nacional-socialismo recae en ellumpenproletariado, el sector más empobrecido socialmente, el cual Marx definía como la población situada socialmente por debajo delproletariado, carente de conciencia política y de clase (Marx, Laideología alemana, 1845). La ausencia de una conciencia de clase es la razón por la cual el lumpenproletariado es el sujeto social del proceso, ya que la hace más proclive a la manipulación emocional deltte coronel en sus ambiciones bonapartistas.Al tte coronel le urge aprobar su proyecto de reforma constitucional a fin de transformar a Venezuela en un cuartel donde se escuche una sola voz de mando, la de él. Pero, además le permitirá asestarle un golpemortal a la universidad autónoma y pluralista, al pujante movimientoestudiantil, a las organizaciones laborales no oficialistas, y alcacareado poder popular. Sumado a la legitimación constitucional de la exclusión política y la criminalización de la protesta, así como latotal militarización de la sociedad venezolana bajo la excusa de mantener el orden interno y defenderse frente a los enemigos externos.
2 comentarios:
Agradecimientos especiales al profesor Piñero que me permitió publicarlo y compartir este post con todos ustedes.
Hola !
Muy buen artículo!
Por mi parte considero que con el correr del tiempo se ha atrofiado la interpretación de la doctrina marxista, hasta donde sé, marx propuso la supresión de clases con el fin de ir igualando hacia arriba, en la medida en que fuese posible, es decir, dependiendo los recursos disponibles, y yo lo he interpretado el fin último de Marx como anarquista, pero primero (condición esencial) debía darse un cambio en el sujeto, es decir, elevar la condición humana a tal punto que una comunidad pueda mantener ese orden por si mismos, pudiendo así prescindir del Estado.
Más allá de lo utópico q esto pueda resultar, lo último que el socialismo puede llegar a pretender es, como ya se dijo en el articulo, reemplazar la clase opresora existente por otra, quizas más nefasta, una de carácter privado por otra de carácter público.
Esto del bonapartismo no lo conocía, muchas gracias por publicarlo y permitirnos enterarnos al respecto a aquellos que lo ignorábamos.
Un gran abrazo.
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